VAD. veredes, arquitectura y divulgación, 2021
Dentro de las disciplinas técnicas, la arquitectura fue la primera en normalizar la presencia de mujeres en los estudios oficiales. Hoy, las escuelas de arquitectura de España y de muchos otros países de nuestro entorno tienen un alumnado con tendencia a la paridad, incluso en algunos casos con mayor porcentaje de mujeres que de hombres. Aunque las primeras arquitectas aparecen a finales del siglo XIX en diferentes países europeos y en Norteamérica, existen multitud de evidencias que demuestran la participación de mujeres en el diseño, la construcción y la promoción de la arquitectura desde la antigüedad.
¿Cómo ejercen las mujeres la profesión? ¿Cuáles han sido sus principales aportaciones al campo de la arquitectura? ¿Qué arquitectas y obras relevantes con autoría femenina han quedado en el olvido? Estas son algunas de las preguntas más habituales entre quienes estudian el papel de las mujeres en la historia de la arquitectura, pero caben muchas más porque los datos actuales indican un problema de igualdad de oportunidades importante en todos los campos de la arquitectura. Preocupa principalmente el significativo abandono de la profesión, la baja presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y la falta de reconocimiento a través de los mecanismos principales de la arquitectura: los premios y las publicaciones.
La falta de igualdad de oportunidades no sólo afecta a las mujeres arquitectas, es una pérdida de talento que afecta al conjunto de la sociedad. Porque lo cierto es que, efectivamente, las mujeres están y han estado presentes en la arquitectura y en la construcción del hábitat humano en general, bien por voluntad propia, bien por necesidad. Sabemos que las mujeres, tituladas o no, han sido clave en la configuración de los espacios domésticos, adelantándose a creaciones técnicas y espaciales consideradas posteriormente como innovadoras. Sabemos también que muchas han tenido mayor sensibilidad para enfocar su trabajo teniendo en cuenta a personas y colectivos con necesidades especiales y específicas en relación con los entornos construidos o para acceder a un hogar digno. La mirada inclusiva y la atención a la diversidad de personas que necesitan y disfrutan de la arquitectura ha mejorado nuestra profesión, reforzando su papel social y su capacidad para ser fuente de bienestar social.
Las mujeres han abierto nuevas maneras de ejercer, no sólo al especializarse en temas periféricos y muchas veces transdisciplinares, sino también por plantear nuevas formas de organización empresarial, que en general hacen más fácil la conciliación de la vida profesional y la personal. Maneras de trabajar que, ante una revisión de modelos productivos y empresariales, de lugares y horarios de trabajo, resultan fundamentales a la hora de encarar los retos de una profesión que —en pleno proceso de reconversión interna—, se enfrenta al reto de la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Por tanto, parece pertinente dedicar el número a estas precursoras, ya que las mujeres han estado desde el inicio en la configuración del hábitat, y ellas mismas han sido el comienzo de cambios en la profesión, en ocasiones, con su sola presencia en el aula, la oficina o la obra. Queremos saber también de aquellos hombres que hicieron y hacen posible que las mujeres formen parte de la profesión: padres, profesores, clientes, compañeros y parejas, que nos lo pusieron más fácil o simplemente lo hicieron posible con el sencillo gesto de ofrecernos la oportunidad. Mujeres en el pasado, el presente y el futuro de la arquitectura, sus enfoques, sus obras y campos de especialización, sus aciertos y errores, su legado y su potencial.
Invitamos a la investigación y a la reflexión no solo desde la periferia de la profesión, donde muchas veces se han situado las arquitectas, sino que también buscamos aquellas voces que han estado relegadas u ocultas; textos que ahonden en los contextos sociales, políticos y económicos que hayan sido relevantes en la historia de las mujeres dentro de la arquitectura, o en los que la arquitectura haya sido relevante para la historia de las mujeres de manera particular.