Francisco González de Canales, Nuria Álvarez Lombardero
Vibok Works, 2016
El análisis de la tecnología como territorio de conflicto es uno de los grandes temas actuales. Cada vez somos más conscientes de que ninguno de los avances que experimentamos por la llamada revolución digital es neutro. La fabricación digital es un buen ejemplo que Francisco González de Canales y Nuria Álvarez Lombardero exploran en esta coqueta publicación.
Hablando de tecnología poco antes de morir -justo al inicio del siglo XXI- el pensador austriaco Ivan Illich llamó la atención sobre lo que él identificaba como el final de la era de las herramientas y el inicio de la era de los sistemas. Puede que la diferencia pueda resultar poco significativa para muchos, pero las connotaciones son tremendamente importantes. Para Illich, un sistema era diferente de una herramienta porque cuando alguien se convierte en usuario de un sistema, se convierte en parte del propio sistema. Así podemos acercarnos de manera crítica a muchos sistemas tecnológicos contemporáneos, y así se puede interpretar la aproximación de los autores a la fabricación digital en este librito.
En el contexto capitalista, todas las prácticas productivas tienen connotaciones en uno u otro sentido -pueden ser vistas como herramientas del capital o como mecanismos de socialización; pueden ser acciones impositivas o reacciones emancipadoras. Por primera vez, nuestra participación en el sistema (de acuerdo con la concepción de Illich) nos posiciona en un contexto político a veces difuso y casi siempre inestable. Sin embargo, tal y como apuntan los autores, no es el espacio ni la arquitectura quienes alojan ese componente político, sino las personas y las acciones humanas. Por eso las prácticas relacionadas con la fabricación digital tienen una importancia capital en nuestro tiempo, especialmente por la relación que se proyecta entre el individuo y el colectivo, entre la esfera pública y una esfera privada en aparente desaparición. Esta situación, en un contexto de retórica neoliberal -defensora de la libertad individual- nos coloca en un espacio de aceptación del conflicto y exploración de las posibilidades de colaboración y/o confrontación.
Es aquí donde tiene sentido la unidad pedagógica Politics of Fabrication que Canales - Lombardero han dirigido en la AA de Londres y en cuyo contexto han desarrollado las experiencias de Valparaíso (Chile) y la Habana (Cuba) que presentan aquí. Como ellos mismos asumen, son oportunidades inmejorables para la práctica mixta entre la tecnología y la artesanía, pero también entre la inmateria digital y las lógicas de fabricación local. Y especialmente para la observación crítica de un sistema al que no podemos tratar como herramienta.
David H. Falagán
