Fundación Arquia, 2019
Tal vez uno de los aspectos esenciales de la XI BIAU sea la naturalidad: el construir con lo que hay. Este rasgo esencial de la región se refleja en muchas de las obras seleccionadas y caracteriza la exposición principal, que reúne a los premiados en las diferentes categorías en el entorno maravilloso de la Estación Central de Asunción.
La naturalidad es el canon más destacable de unas piezas de importante tamaño, brutas, de madera autóctona. La presencia constante de material local se percibe en las itinerancias de una muestra que ha convertido la madera y el cinturón ayoreo –elemento de uso común entre los indígenas paraguayos– en sus signos distintivos.
Con todo, la obligada y necesaria reivindicación de la cultura ayorea no desmerece la ambiciosa mirada de una bienal donde conviven obras, publicaciones, trabajos académicos, textos e imágenes de distinto y generoso cariz.
La BIAU pretende ser un punto de encuentro y reflexión totalmente abierto. Una oportunidad para que estudiantes y profesionales se reúnan, se conozcan, reconozcan sus nexos de unión, se cuenten y se escuchen. En definitiva, un lugar y una oportunidad para que se sientan e identifiquen como parte de un mismo todo.
Iniciativas como la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo permiten, además de demostrar la excelencia materializada en los proyectos premiados, proyectar una actitud colaborativa y asociativa de nuestro país y nuestros profesionales con sus homólogos iberoamericanos.
