Juhani Pallasmaa
Gustavo Gili, 2018
Pide Juhani Pallasmaa en el prólogo de este pequeño volumen que el texto se entienda más como una investigación abierta que como un sermón. Seguro que hay un poco de todo: Pallasmaa demuestra tanto la curiosidad del investigador como la vehemencia que merece la defensa de una mirada fenomenológica de la arquitectura. | Juhani Pallasmaa asks in the prologue of this small volume that the text should be understood more as an open investigation than as a sermon. Surely there is a bit of everything: Pallasmaa demonstrates both the curiosity of the researcher and the vehemence that deserves the defense of a phenomenological look at architecture.
En el libro se recogen cuatro pequeños ensayos que antes habían sido conferencias pronunciadas por el autor en diferentes lugares del mundo. "Espacio, lugar, memoria e imaginación" en California en 2007, "Materia, tactilidad y tiempo" en España en 2007, "La arquitectura como experiencia", en Finlandia en 2017, y "Aprender y desaprender", que fue publicada originalmente en Florida en 2016.
En todos ellos Pallasmaa sigue poniendo sobre la mesa la necesidad de comprender la arquitectura desde un acercamiento que vaya más allá del puramente visual: a través de la memoria y nuestra relación con los espacios en el tiempo ("no hay memoria sin memora corporal"); a través de la imaginación y los significados inconscientes que aportamos a los lugares ("las percepciones sensoriales interactúan con la memoria y la imaginación"); a través del tacto con la materia y la percepción espacial desde el resto de los sentidos ("nos enfrentamos a un edificio con todos nuestros sentidos a la vez").
De una manera sesuda, se puede decir que el autor profundiza en su aproximación biohistórica y existencial al arte de la arquitectura. La misma que iniciara con Los ojos de la piel, y sobre la que profundizara en La mano que piensa o en La imagen corpórea.
Para comprender la experiencia humana, tenemos que abandonar los procesos de medida cuasicientíficos, y tener el deseo y la valentía de vivir y de enfrentarnos a la arquitectura directamente a través del acto mismo de vivir.En su reivindicación de una "mirada no visual" a la arquitectura, Pallasmaa utiliza el concepto de "esencia", que a buen seguro muchos pueden poner en relación con la obra maestra de Antonine de Saint-Exupéry. No podemos olvidar lo que el Zorro le dijo al Principito: He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
David H. Falagán