Carlos García Vázquez
Gustavo Gili, 2016
Las áreas de conocimiento que afectan a la concepción teórica de la ciudad son diversas y muchas veces difusas. Detrás de lo que el mundo anglosajón ha calificado como estudios urbanos podemos encontrarnos corpus teóricos como el de la sociología urbana, la geografía urbana, la antropología urbana, la historia urbana, la historia del urbanismo, el diseño urbano, el análisis urbano, etc. Más allá de la simplificación pragmática del concepto de Urban Studies (comparable con entelequias como los Cultural Studies, los Design Studies y seguro que alguna más), es de agradecer que se propongan trabajos como este, en el que se tratan de descifrar las genealogías y relaciones teóricas que se establecen entre los diferentes acercamientos disciplinares a la ciudad.
Carlos García Vázquez, catedrático de composición de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, y referente en el ámbito del pensamiento urbano por su concepto de "ciudad hojaldre" (título del texto publicado por Gustavo Gili en 2004), es el autor de este ambicioso y concreto (y coqueto) manual que aborda la ciudad desde esa clara intención interdisciplinar. La propia estructura de su trabajo refleja este objetivo, diferenciando por capítulos los acercamientos a la ciudad desde las ciencias sociales, la historia y la arquitectura.
Seguro que en el resbaladizo territorio de la hibridación disciplinar habrá quien considere el trabajo más multidisciplinar que interdisciplinar, dada la prioridad otorgada por el autor a la esquematización y a la construcción de categorías, lo cual es de agradecer por la claridad de su lectura. En todo caso, no faltan introducciones transdisciplinares que remiten a la necesidad de la mirada holísitica.
De esta manera, García Vázquez tiene la habilidad de recorrer la historia de los estudios urbanos de casi los últimos 140 años detectando tres hitos paradigmáticos (en términos de Thomas Khun) que ponen en relación el concepto urbano con las transformaciones del propio sistema económico. En relación a estas tres fases, el autor sintetiza:
La primera comenzó en torno a 1880, cuando irrumpió el capitalismo monopolista; su consecuencia fue la metrópolis, cuyo paradigma de pensamiento era el racionalismo. La segunda se identifica con el estado del bienestar, que imperó entre 1945 y 1979, si bien aquí adelantamos el inicio de esta fase a 1939, con el comienzo de la II Guerra Mundial. Su derivado urbano fue la megalópolis, éticamente inspirada por el existencialismo. La tercera despuntó con la crisis del petróleo de 1973, que dio paso al tardocapitalismo, de la que resultó la metápolis, donde se impuso el relativismo.
En este contexto, el libro supone un acercamiento divulgativo al corpus teórico de la ciudad desde un meritório esfuerzo pedagógico. En él se cruzan las miradas de Georg Simmel, Max Weber, Lewis Mumford, Raymond Unwin, Jane Jacobs, Henri Lefebvre, Manfredo Tafuri, Kevin Lynch, Aldo Rossi, Manuel Castells, Saskia Sassen, Dolores Hayden o Rem Koolhaas.
David H. Falagán