Ricardo Flores, Eva Prats
Arquine, 2014
"For us, a book is a small building". Así presentaban Alison & Peter Smithson la mítica recopilación The Charged Void, donde su obra se explicaba a la manera de los álbumes de fotos familiares. Pensado a mano tiene un poco de ambos conceptos: está pensado con la misma dedicación que sus autores dedican a cada una de sus obras, y se configura como un álbum en el que tienen cabida reflexiones, fotografías, maquetas, recortes, planos y, sobre todo, dibujos. Su trabajo es exuberante y poco convencional, dos cualidades que quedan perfectamente reflejadas en este volúmen de prácticamente 450 páginas -curiosamente publicado por la editorial mexicana Arquine y que ya fue reimpreso en 2015.
Para quienes conozcan la obra de Flores & Prats -o mejor, su manera de trabajar- el libro no será ninguna sorpresa. Como en todos sus trabajos, la acumulación se convierte en un factor fundamental: acumulación de información procedente de la investigación de los lugares y los contextos sobre los que tienen que actuar, y acumulación de producción gráfica y maquetas interpretativas de su intervención.
Pero no es una acumulación gratuita. En su proceso de diseño, como si fuera una acción comunicativa, todos los elementos se convierten en significates y aportan sentido en un momento y un lugar concretos del proceso. Su gran cualidad como arquitectos es la capacidad para ser sensibles a todas esas fuentes de información, independientemente de la importancia aparente. Un matiz luminoso de una fotografía, un borrón en un boceto de campo, una grieta imperceptible en una pared o una línea borrosa en un plano cartográfico pueden convertirse en catalizadores de una idea que devuelve a la luz huellas o fantasmas de un lugar.
Pensado a mano es un testimonio transparente de ese método de trabajo. Sin dificultad, podríamos detectar diferentes momentos de ese proceso. En primer lugar, el trabajo arqueológico, no en el sentido de la aplicación científica sino como instrumento metodológico, les acerca a la evolución histórica de un contexto. Tan pronto se aplica a la recuperación de un muro en Fabra & Coats (Barcelona) como al diseño de una escalera -o la luz que la envuelve- en la Casa Providencia (Badalona), o a la manera en que se excavan los lucernarios del Museo de los Molinos (Palma de Mallorca). En segundo lugar, el dibujo, entendido como instrumento de elaboracion del pensamiento. Ninguna decisión se toma sin una comprobación previa sobre el papel. Paradójicamente, el libro muestra cómo la fotografía, utilizada en ocasiones como hilo conductor del texto, y las múltiples maquetas -otra herramienta de comprensión analógica- forman parte muy activa de su proceso híbrido de representación y comprobación. Finalmente, el trabajo de narración, en el que los personajes dibujados adoptan el papel que les corresponde en el contexto recreado. La arquitectura de Flores & Prats es narrativa, porque a través de ella podemos reconocer las historias de un lugar o de sus habitantes. Pensado a mano es un libro que encadena estos momentos narrativos -más de 20 proyectos o acciones de todo tipo- para construir un relato mayor, que pone especial atención en los instantes de afinidad que construyen su trayectoria.
La lectura poliédrica que provoca la exuberancia en la documentación, la descripción de los procesos o la arquitectura en sí misma, es consecuencia directa de una decisión proyectual que resume su manera de trabajar: dibujar sin borrar. El respeto y la sensibilidad que desarrollan en los contextos en los que trabajan demuestra que es una decisión que va más allá del papel.
David H. Falagán