Interior. Spanish Pavilion. La Biennale di Venezia
Iñaki Ábalos (comisario), Enrique Encabo, Inmaculada E. Maluenda, Lluís Ortega (comisarios adjuntos)
Fundación ARQUIA, 2014
Para bien o para mal, la Bienal de Arquitectura de Venecia es siempre un hervidero de propuestas, noticias, polémicas y, por supuesto, publicaciones. Una de ellas es la correspondiente al pabellón español, comisariado este año por Iñaki Ábalos, que incluye un interesante catálogo fotográfico. | In some kind of way, La Biennale di Venezia is always a hive of proposals, news, controversy and, of course, books. One of them is devoted to the Spanish pavilion, curated this year by Iñaki Abalos, including an interesting photographic catalog.
Resulta paradógico que el interior arquitectónico goce de buena salud desde el punto de vista dialéctico -con múltiples ensayistas y críticos interesados en revisar desde diferentes ángulos este concepto, tan fundamental para la arquitectura que sin él no existiría-, pero se encuentre en un estado pésimo desde el punto de vista histórico, prácticamente abandonado en favor de una concepción técnica casi universal, que resuelve el proyecto entre una envolvente de máxima intensidad y una organización interior extremadamente banal, confiada a productos comerciales y configuraciones espaciales genéricas (una concepción mercadotécnica que muchos arquitectos han interiorizado con el uso mismo que revela la palabra envelope, envolvente o cerramiento).
En este contexto, podría entenderse la reivindicación de esta exposición Interior, en tanto que el concepto nuclear de la arquitectura, como una reflexión parcial sobre la propia tradición arquitectónica española del siglo XX -ligada a una región cultural y climática más amplia como es la mediterránea- y a una tradición histórica que se remonta hasta las arquitecturas romana y árabe. Si bien es cierto que, tanto en la primera modernidad del siglo XX como después de la Guerra Civil española (1936-1939) y hasta fechas recientes, la arquitectura en España ha producido un conjunto admirable de interiores -algunos de cuyos mejores ejemplos interactúan con las arquitecturas expuestas en el pabellón de España en esta XIV Bienal de Arquitectura de Venecia-, puede también decirse que en muchos casos dichos interiores, y su riqueza de soluciones materiales y espaciales, fueron productos en cierta medida "forzados" por la escasez de recursos con la que se encontraban los arquitectos modernos en un país devastado por la guerra. Vistos desde la distancia, estos arquitectos -cuya formación y experiencia en las técnicas más artesanales les sirvió para explorar territorios híbridos entre la tradición y la modernidad- han hecho posible que las generaciones más jóvenes desarrollaran un gusto palpable y notorio por la heterodoxia y la experimentación.
[Fragmento del artículo introductorio Interiores, el talón de Aquiles de la modernidad, de Iñaki Ábalos]