José Juan Garza Cavazos
La Naranja Editores, 2013
José Juan Garza es arquitecto de Monterrey, México, y profesor de la Cátedra de Arquitectura, Teoría e Historia en el Centro de Estudios Superiores de Monterrey, dentro del que actualmente dirige las carreras de Arquitectura y Arquitectura de Espacios Interiores. Su libro es un insólito texto sobre teoría y crítica de arquitectura contemporánea. | José Juan Garza is an architect from Monterrey, Mexico, and Professor of the Department of Architecture, Theory and History at the Centre for Advanced Studies of Monterrey, where currently heads the studies of Architecture and Interior Architecture. His book is an unusual text on contemporary architectural theory and criticism.
Garza tiene una sólida formación en el pensamiento y escritura sobre la arquitectura, que completó con sus estudios en el Máster Laboratorio de la Vivienda Sostenible del siglo XXI, de la Universidad Politécnica de Cataluña, en el curso 2010-2011. De hecho, dicho texto es una continuación y ampliación de su magnífica tesina de Máster titulada Dialéctica postcrítica: de la retórica a las formas de vivienda, en la cual una de las mayores aportaciones era la caracterización de una arquitectura metarracionalista contemporánea, que él ha sabido definir con precisión y matices.
Habitar y transformar la realidad se estructura en tres partes muy claramente delimitadas.
La primera, dedicada al estado actual de la teoría y la crítica, parte de la constatación de “la extraña muerte de la crítica de arquitectura”, tal como la definió el teórico británico Martin Pawley, y adentrándose en la condición postmoderna, explica las coordenadas de la llamada postcrítica, desarrollada especialmente en Estados Unidos y Holanda. En esta parte parece que Garza se regodee en esta hegeliana muerte de la crítica de arquitectura, pero en el fondo demuestra su gran interés por la teoría y la crítica, y su habilidad para interpretar el pragmatismo contemporáneo de la crítica de arquitectura norteamericana y holandesa.
Esta primera parte le permite definir los dos grandes polos o corrientes de la arquitectura contemporánea, que él sitúa en la arquitectura ecológica y en esta aportación interpretativa del metarracionalismo.
La segunda parte, por lo tanto, se dedica al ecologismo como la crítica más sólida a los principios de movimiento moderno, que el postmodernismo ha alumbrado, poniendo como objetivo conseguir una arquitectura y un urbanismo sostenibles o sustentables. En esta parte hay muy buenos ejemplos, como Yona Friedman, Frei Otto, Thomas Herzog, Samuel Mookbee, Glenn Murcutt, Anna Heringer o Emilio Ambasz. Y está muy bien incluir la teoría de los soportes y las obras de sus seguidores dentro de la corriente ecologista, ya que la posibilidad de transformación es la garantía más básica hacia la sostenibilidad. Sin embargo, Garza incluye a algunos autores de obras discutibles, como Buckminster Fuller o William McDonough, y a algunos autores claramente enfrentados a un mundo sostenible, como Norman Foster, que ha presentado el proyecto del edificio residencial más alto de Londres, o Richard Rogers, que ha terminado los pisos más caros del mundo, también en Londres.
La tercera y última parte, dedicada a la arquitectura metarracionalista, es la mejor aportación del libro, al enfocar esta arquitectura contemporánea, esencialmente comercial y acomodaticia, que se basa en un collage deconstructivista de los lenguajes que están de moda y que a los operadores globales y a sus clientes, la “global class”, les gusta: una mezcla de distintos lenguajes aceptados como modernos, de los que se ha eliminado cualquier intención crítica o estética. También en esta parte la selección es curiosa ya que, si bien se habla de equipos y autores claramente metarracionalistas, como Arquitectónica, Studio Gang o Fernando Romero, aparecen maestros como Rem Koolhaas o Steven Holl, que van mucho más allá de este manierismo, y arquitectos y equipos como Toyo Ito, MVRDV, UN Studio o BIG que, a pesar de tener una obra dispar, con mejores y peores etapas, tampoco merecen para toda su trayectoria el calificativo de metarracionalista.
Se puede estar de acuerdo o no con la interpretación de Garza, pero la lectura de su libro, escrito de manera precisa y seductora, es en cada una de sus páginas y ejemplos un estímulo para pensar.
Más allá de ciertas simplificación al polarizar dos corrientes y de un exceso sumatorio al incluir ejemplos demasiado heterogéneos en cada corriente; más allá de un sistema de anotación de las citas y páginas muy confuso; y más allá de la aparente comodidad de cómo se sitúa en la apocalíptica muerte de la crítica de la arquitectura, en el libro de Garza hay una aportación esforzada y profunda que lo convierten en una reflexión muy valiosa, que nos conduce a otros libros y que nos ayuda a orientarnos.
Josep Maria Montaner, arquitecto y catedrático de ETSAB-UPC