Architectural
Design July/Agost 2012
Jon
Goodbun, Jeremy Till, Deljana Iossifova (guest-ed.)
John Wiley & Sons, 2012
Como sabéis, pocas veces nos detenemos a repasar revistas,
pero no nos gustaría pasar por alto uno de los últimos números de Architectural
Design: "Scarcity". Aunque fue publicado hace ya más de un año, aborda un debate
muy actual y crucial para el futuro de la arquitectura y el entorno construido:
la escasez de los recursos. |
As you know, we rarelly review magazines, but we wouldn’t like to overlook one
of the latest issues of Architectural Design: "Scarcity". Although it was
published more than one year ago, it addresses a very timely and crucial debate
for the future of architecture and the built environment: the scarcity of
resources.
Puede sonar paradójico, pero no es habitual que un grupo de investigación de gran prestigio académico tenga la oportunidad de editar un número de una revista tan importante como Architectural Design. Pero eso es exactamente lo que ha sucedido en este caso, en el que parte del equipo londinense del proyecto de investigación internacional SCIBE (Jon Goodbun, Jeremy Till y Deljana Iossifova) ha participado como editor-invitado en un número que repasa el objeto fundamental de su investigación: el concepto de escasez.
El proyecto SCIBE (Scarcity and Creativity in the Built Environment) [http://www.scibe.eu/] se define como la exploración de la relación entre escasez y creatividad en el contexto del entorno construido, mediante la investigación de cómo la escasez puede afectar a la creatividad de los diferentes actores involucrados en la producción de arquitectura y diseño urbano, y cómo algunas acciones de diseño asistido pueden mejorar el entorno construido en el futuro. La configuración del proyecto, formado por tres equipos en Londres, Oslo y Reikiavik, y Viena, les ha facilitado el análisis de diferentes casos en estas ciudades.
La escasez es entendida aquí desde una perspectiva holística, que contempla las dimensiones social, política, económica y ecológica del concepto. Es una problemática compleja, que no solo incluye la reflexión objetiva sobre los límites naturales de los recursos (agua, comida, materias primas, energía) y su gestión, sino que interpreta sus causas y advierte sobre sus efectos. La primera conclusión es clara: la economía capitalista global, basada en la deuda y el crecimiento constante, no es compatible con un mundo de recursos limitados.
El enfoque de las reflexiones que se incluyen en este volumen trata de superar el discurso simplista que se ha extendido en torno a la sostenibilidad, casi siempre abordado bajo argumentos técnicos. Tal como se expone aquí, la investigación arquitectónica, urbanística y sobre el diseño ha empezado a sugerir nuevas vías de funcionamiento: desarrollando innovadoras formas de análisis de los flujos globales y de las carencias, nuevas formas de pensamiento ecológico que se fija en las interrelaciones, y nuevas prácticas de diseño orientadas desde una perspectiva más activista socialmente.
Ezio Manzini, Rob Hopkins o Timothy Morton, entre otros, hacen aportaciones muy sugerentes en este sentido. Vale la pena, en definitiva, acercarse a la arquitectura reconsiderando el modo en que las cosas se comportan antes y después de su vida visible; dejar de pensar en los objetos y concentrarnos en los procesos.
David H. Falagán
El proyecto SCIBE (Scarcity and Creativity in the Built Environment) [http://www.scibe.eu/] se define como la exploración de la relación entre escasez y creatividad en el contexto del entorno construido, mediante la investigación de cómo la escasez puede afectar a la creatividad de los diferentes actores involucrados en la producción de arquitectura y diseño urbano, y cómo algunas acciones de diseño asistido pueden mejorar el entorno construido en el futuro. La configuración del proyecto, formado por tres equipos en Londres, Oslo y Reikiavik, y Viena, les ha facilitado el análisis de diferentes casos en estas ciudades.
La escasez es entendida aquí desde una perspectiva holística, que contempla las dimensiones social, política, económica y ecológica del concepto. Es una problemática compleja, que no solo incluye la reflexión objetiva sobre los límites naturales de los recursos (agua, comida, materias primas, energía) y su gestión, sino que interpreta sus causas y advierte sobre sus efectos. La primera conclusión es clara: la economía capitalista global, basada en la deuda y el crecimiento constante, no es compatible con un mundo de recursos limitados.
El enfoque de las reflexiones que se incluyen en este volumen trata de superar el discurso simplista que se ha extendido en torno a la sostenibilidad, casi siempre abordado bajo argumentos técnicos. Tal como se expone aquí, la investigación arquitectónica, urbanística y sobre el diseño ha empezado a sugerir nuevas vías de funcionamiento: desarrollando innovadoras formas de análisis de los flujos globales y de las carencias, nuevas formas de pensamiento ecológico que se fija en las interrelaciones, y nuevas prácticas de diseño orientadas desde una perspectiva más activista socialmente.
Ezio Manzini, Rob Hopkins o Timothy Morton, entre otros, hacen aportaciones muy sugerentes en este sentido. Vale la pena, en definitiva, acercarse a la arquitectura reconsiderando el modo en que las cosas se comportan antes y después de su vida visible; dejar de pensar en los objetos y concentrarnos en los procesos.
David H. Falagán
It may sound paradoxical, but it is not usual for a prestigious research team to have the opportunity to edit an issue of such an important magazine as Architectural Design. But it is exactly what has happened in this case, where part of London team of the international research project SCIBE (Jon Goodbun, Jeremy Till and Deljana Iossifova) has participated as the guess-editor of this issue that reviews the basic topic of their research: the concept of scarcity.
The Project SCIBE (Scarcity and Creativity in the Built Environment) [http://www.scibe.eu/] is defined as the exploration of the relationship between scarcity and creativity in the context of the built environment by investigating how conditions of scarcity might affect the creativity of the different actors involved in the production of architecture and urban design, and how design-led actions might improve the built environment in the future. The configuration of the project, consisting of three teams in London, Oslo and Reykjavik, and Vienna, has given them the opportunity to analyze different cases in these cities.
Scarcity is understood here from a holistic perspective, which includes the political, economic, social and ecological dimensions of the concept. It is a complex problem that not only includes the objective reflection on the natural limits of resources (water, food, raw materials, energy) and its management, but interprets its causes and warns about its effects. The first conclusion is clear: the global capitalist economy, based on debt and endless growth, does not support a world of limited resources.
The focus of the reflections in this volume seeks to overcome the simplistic discourse that has spread around sustainability, often addressed on technical grounds. As it is disclosed here, architectural, urban, planning and design research has begun to suggest some new ways of operating: developing innovative forms of analysis of global flows and scarcities, new forms of ecological thinking that look at interrelationships, and design practices that are more socially activist in orientation.
Ezio Manzini, Rob Hopkins and Timothy Morton, among others, make some highly suggestive contributions in this regard. Ultimately, it is worth to approach architecture reconsidering how things behave before and after their visible life; to stop thinking about objects and focus on processes.
The Project SCIBE (Scarcity and Creativity in the Built Environment) [http://www.scibe.eu/] is defined as the exploration of the relationship between scarcity and creativity in the context of the built environment by investigating how conditions of scarcity might affect the creativity of the different actors involved in the production of architecture and urban design, and how design-led actions might improve the built environment in the future. The configuration of the project, consisting of three teams in London, Oslo and Reykjavik, and Vienna, has given them the opportunity to analyze different cases in these cities.
Scarcity is understood here from a holistic perspective, which includes the political, economic, social and ecological dimensions of the concept. It is a complex problem that not only includes the objective reflection on the natural limits of resources (water, food, raw materials, energy) and its management, but interprets its causes and warns about its effects. The first conclusion is clear: the global capitalist economy, based on debt and endless growth, does not support a world of limited resources.
The focus of the reflections in this volume seeks to overcome the simplistic discourse that has spread around sustainability, often addressed on technical grounds. As it is disclosed here, architectural, urban, planning and design research has begun to suggest some new ways of operating: developing innovative forms of analysis of global flows and scarcities, new forms of ecological thinking that look at interrelationships, and design practices that are more socially activist in orientation.
Ezio Manzini, Rob Hopkins and Timothy Morton, among others, make some highly suggestive contributions in this regard. Ultimately, it is worth to approach architecture reconsidering how things behave before and after their visible life; to stop thinking about objects and focus on processes.