Jacobo García-Germán
Nobuko, 2012
El pasado 11 de julio se entregaron en Barcelona los premios FAD 2013, entre ellos los correspondientes a la categoría de pensamiento y crítica. Uno de los premios recayó en Estrategias operativas en arquitectura, una interesante aportación crítica para la comprensión de algunas tendencias arquitectónicas actuales. | On July 11 were delivered in Barcelona the 2013 FAD Awards, including those for the Thought and Criticism category. One of the awards went to Estrategias operativas en arquitectura, an interesting critical contribution to understanding some current architectural trends.
De acuerdo con el acta del jurado, “Estrategias operativas en arquitectura reivindica el campo de acción de la arquitectura más allá del hecho construido y del proyecto entendido en su sentido más convencional. En ese aspecto, el jurado ha valorado especialmente la reivindicación del arquitecto como productor de ideas, estrategias y contextos, implicado en fenómenos culturales que superan su concepción como mero ejecutor de planes trazados de antemano”.
Frente a esta valoración del texto como “reivindicación”, intachable desde ese punto de vista, conviene destacar el valor del texto como interpretación teórica. Su lectura nos ofrece una revisión de una buena muestra de la arquitectura actual a partir de sus “estrategias operativas”. El autor habla de ellas para referirse a los nuevos métodos proyectuales que han proliferado en la práctica arquitectónica durante los últimos cincuenta años.
La hipótesis de Jacobo García-Germán se centra en una interpretación de la evolución de la disciplina arquitectónica desde lo paradigmático hacia lo estratégico -entendiendo estrategia como una puesta en valor de la planificación del proceso frente a la definición formal del resultado.
La argumentación de García-Germán se inicia en la teoría del progreso como sucesión de paradigmas propuesta por Thomas S. Kuhn en The Structure of Revolutions. En cierta manera, las tradiciones críticas canónicas de la arquitectura, entre ellas especialmente las genealogías establecidas por Charles Jenks, han recogido esta teoría equiparando “paradigma” con “estilo”. Sin embargo, “la coincidencia en el panorama arquitectónico británico de la Inglaterra de mediados de los años (19)50 del pensamiento compartido por John Summerson y Reyner Banham, y la posterior influencia de éstos en figuras como Cedric Price, redescribirá el significado del funcionalismo y retomará la agenda del concepto de rendimiento iniciada por Giedion como alternativa a la condición paradigmática de la arquitectura. Esto llevará asociado un cuestionamiento de las razones formales vinculadas al estilo y una reflexión alternativa sobre aquellos ingredientes capaces de dotar de rendimiento a la arquitectura: el programa, las condiciones ambientales o la energía, entre otros.”
El programa, entendido en su concepción anglosajona (que incluye la connotación temporal), irrumpía así en la arquitectura moderna como una característica fundamental. En palabras del autor, “la cultura del espacio y la forma se veía substituida por un nuevo objetivo, el de la ‘performatividad’, o la capacidad de actuación de los programas generando acontecimientos a partir de su manipulación y su interacción”. El concepto “programa” dará paso a los conceptos de “organización” y más tarde al de “efecto”, en esa evolución desde lo paradigmático hacia lo estratégico. Sin duda, Cedric Price y su interés por la indeterminación será el principal valedor de esta teoría apoyándose en una original visión tecnológica y un profundo sentido social.
El trabajo de Jacobo García-Germán sabe reconocer a continuación todo un catálogo de herramientas (estrategias) de proyecto al servicio de arquitecturas no paradigmáticas, llevadas a cabo por referentes como Rem Koolhaas, Bernard Tschumi , Norman Foster o Toyo Ito. El texto es herencia de su propia tesis doctoral, Estrategias operativas en el proyecto arquitectónico. Procesos, herramientas y protocolos, leída en la ETSAM en 2009. En general, un trabajo bien argumentado y muy recomendable.
David H. Falagán