En 1974 apareció el volumen Función de la arquitectura moderna. Era el tomo 32 de la colección "Grandes Temas Salvat" y centraba su interés en la difusión del movimiento moderno y su impacto en las ciudades de la década de 1970, con textos de José Antonio Dols. Para la entrevista central que estructuraba el volumen, los editores habían escogido a Christopher Alexander, impulsor del sistema de patterns y figura a contracorriente en el panorama arquitectónico del momento. | In 1974 it was published the volume Function of Modern Architecture. It was the 32nd Volume in the "Salvat Great Themes" Collection and focused its interest in spreading the modern movement and its impact on cities of the 1970s, with texts by José Antonio Dols. For the central interview that structured the volume, the editors had chosen Christopher Alexander, promoter of the patterns system and upstream figure on the architectural scene of the moment.
El resultado del trabajo se resume en esta nota al lector del propio Alexander que abre el libro: “Estoy casi en total desacuerdo con la actitud favorable hacia nuestra llamada ‘arquitectura moderna’ que se manifiesta en este libro. No creo que la clase de arquitectura descrita en este texto sea buena, ni tan solo ‘moderna’, sino únicamente estrecha e inhumana, una psicosis pasajera en la historia de la creación del hombre. Sin embargo, he aceptado que mi entrevista se publique aquí con la esperanza de que el contraste pueda animar a aquellos lectores que ya sospechan, en su corazón, que esta clase de arquitectura sencillamente no deba construirse.”
¿Apuesta arriesgada en la selección del entrevistado o error de cálculo? En cualquier caso, los editores consiguieron superar el escollo con elegancia y las declaraciones de Alexander aparecen como contrapuntos a la descripción del Estilo Internacional y la planificación de ciudades en los 70. El paso de los años demuestra que la arquitectura ha evolucionado por la senda esbozada en el texto más que por los derroteros defendidos por Alexander.
El tiempo ha ido otorgando más interés a un volumen insertado en el espíritu de la época, donde abundaban las colecciones didácticas dirigidas a un público no especialista. La "Grandes Temas Salvat", con un centenar de volúmenes que hoy se amontonan en las librerías de viejo, tenía como lema “La problemática del hombre actual en un conjunto estructurado, unitario y coherente” y contaba con un equipo de edición de lujo donde encontramos nombres como Pedro Laín Entralgo o Emili Teixidor.
Si bien Función de la arquitectura moderna fue el único libro dedicado a la construcción, en la colección apareció el tomo El diseño industrial, con texto de Juan Mañá, donde el personaje entrevistado –menos controvertido– era Ettore Sottsass y en el que aparecían obras de la Werkbund, la Bauhaus, Saarinen o los Eames.
Isabel Aparici
¿Apuesta arriesgada en la selección del entrevistado o error de cálculo? En cualquier caso, los editores consiguieron superar el escollo con elegancia y las declaraciones de Alexander aparecen como contrapuntos a la descripción del Estilo Internacional y la planificación de ciudades en los 70. El paso de los años demuestra que la arquitectura ha evolucionado por la senda esbozada en el texto más que por los derroteros defendidos por Alexander.
El tiempo ha ido otorgando más interés a un volumen insertado en el espíritu de la época, donde abundaban las colecciones didácticas dirigidas a un público no especialista. La "Grandes Temas Salvat", con un centenar de volúmenes que hoy se amontonan en las librerías de viejo, tenía como lema “La problemática del hombre actual en un conjunto estructurado, unitario y coherente” y contaba con un equipo de edición de lujo donde encontramos nombres como Pedro Laín Entralgo o Emili Teixidor.
Si bien Función de la arquitectura moderna fue el único libro dedicado a la construcción, en la colección apareció el tomo El diseño industrial, con texto de Juan Mañá, donde el personaje entrevistado –menos controvertido– era Ettore Sottsass y en el que aparecían obras de la Werkbund, la Bauhaus, Saarinen o los Eames.
Isabel Aparici
The result of the work is summarized in this note to the reader's from Alexander himself that opens the book: "I almost completely disagree with the favorable attitude towards our so-called 'Modern Architecture' that appears in this book. I do not think the kind of architecture described in this text is good, not even 'modern', but only narrow and inhuman, transient psychosis in the history of the human creation. However, I accepted that my interview was published here with the hope that the contrast may encourage those readers who already suspect, in his heart, that this kind of architecture simply not be constructed."
Risky bet in the selection of the interview or miscalculation? In any case, the editors were able to overcome the obstacle elegantly and Alexander statements appear as counterpoints to the description of International Style and city planning in the '70s. The passage of time shows that the architecture has evolved along the path outlined in the text rather than the paths advocated by Alexander.
Time has been granting more interest to a volume inserted into the zeitgeist, plentiful of teaching collections aimed to a non-specialist public. The "Salvat Great Themes", with a hundred volumes that today crowd the bookstores, had as its theme "The problem of modern man in a structured, unified and coherent joint" and had a luxury edition team where we find names as Pedro Lain Entralgo or Emili Teixidor.
While Function of Modern Architecture was the only book dedicated to the construction, in the collection appeared the book Industrial Design, with text by John Mañá, where the -lesscontroversial- interviewee was Ettore Sottsass, and where appeared works by the Werkbund, the Bauhaus, Saarinen and Eames.
Risky bet in the selection of the interview or miscalculation? In any case, the editors were able to overcome the obstacle elegantly and Alexander statements appear as counterpoints to the description of International Style and city planning in the '70s. The passage of time shows that the architecture has evolved along the path outlined in the text rather than the paths advocated by Alexander.
Time has been granting more interest to a volume inserted into the zeitgeist, plentiful of teaching collections aimed to a non-specialist public. The "Salvat Great Themes", with a hundred volumes that today crowd the bookstores, had as its theme "The problem of modern man in a structured, unified and coherent joint" and had a luxury edition team where we find names as Pedro Lain Entralgo or Emili Teixidor.
While Function of Modern Architecture was the only book dedicated to the construction, in the collection appeared the book Industrial Design, with text by John Mañá, where the -lesscontroversial- interviewee was Ettore Sottsass, and where appeared works by the Werkbund, the Bauhaus, Saarinen and Eames.